La conspiración criminal: Capítulo 1
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La conspiración criminal: Capítulo 1

Actualizado: 19 mar 2022


Blanco y gris, los únicos colores que se podían hallar en aquel lúgubre museo de pasillos, un abanico rotando desesperadamente tratando de imitar una brisa y un panel de luz que era la depresión del sol. La ausencia de cualquier otro sonido dejaba escuchar claramente la sincronización de las manecillas del reloj y los latidos de Lucas. Lentamente se abre la puerta del interrogatorio, un hombre alto con una mirada intimidante sale de ahí, cada paso que daba se le estrujaban más las vestiduras, cuando se sentó hizo un ruido como si una tonelada se dejase caer, dándole escalofríos a Lucas. Se le quedó viendo con sus ojos oscuros por un lapso incómodamente largo, como un águila vigilando su presa, hasta que con su voz ronca decide dar inicio a la sesión.


—Con que vos eres de los únicos sobrevivientes del incidente de Woodwhistle, me esperaba a alguien más fuerte, no a un niño rubio y peor, con ojos esmeraldas.

—De hecho, me falta poco para cumplir los 18…

—No te pregunté y mucho menos me importa, sólo estás aquí para responder mis preguntas—lo interrumpió bruscamente—así que, dime quién eres y qué pasó—

—Em… mi nombre es Lucas Kronenberg y todo pasó en Matkarusia, el pueblo de Woodwhistle para ser más exacto, ya había desaparecido el sol, ahí fue cuando en medio de la noche todas las casas una por una se hacieron cenizas, un tipo estaba diciendo palabras creo que en alemán, comenzó a disparar a todo lo que veía y se fue en helicóptero—

—Ahh, que pérdida de tiempo, nada de lo que dijiste será de ayuda, pero qué esperar de alguien con ojos verdes—dijo con un tono molesto y cansado a la vez.


Lucas abandonó la sala para reunirse con sus amigos, cada paso que daba por esos tétricos pasillos lo hacían apreciar más el tiempo que estuvo fuera de esas paredes, pero su claustrofobia se le pasó cuando vio otra vez a Shelly. Corrió directo hacia donde ella para al fin tener una conversación sana con alguien.


— ¡Shelly! Extrañaba tu rostro… digo, se sienten días desde que último te vi ¿cómo te fue con la interrogación?

—Todo bien, ya anhelaba verte otra vez, ¿Flynn está contigo?

—No, suponía que Andrew estaba contigo, parece que toca esperarlo.

Se sentaron en unas sillas, inconscientes de que hacía una hora se suponía que llegase su amigo. El abanico comportándose como un bebé tratando de que le den atención y el panel de luz dañado no ayudaban para nada la situación.

—Algo anda mal.

—lo sé, Lucas, un interrogatorio no debería tomar tanto tiempo.

—No es eso, el panel está parpadeando de una forma inusual, espera, ¡¿será código Morse?!

—Entiendo que estés desesperado, pero no hay que recurrir a pensar que una luz dañada está hablando de forma subliminal…

—Guión, punto, punto, guión, punto— susurraba Lucas

—Ok, ya te volviste loco.

—¡Eso es! Son direcciones, tercer pasillo, derecha, izquierda, tres puertas, izquierda.

—¿Por qué le harías caso a un panel?

—Si lo dice un panel tiene que ser algo.

Ambos siguieron las órdenes del panel y se encontraron con una puerta roja, al entrar se encontraron con Andrew y una especie de oficial.

—¿Esta es la parte donde preguntamos cómo hicieron para que un panel nos dirigiera hasta acá? —preguntó Shelly

—Tranquilos, este tío es Richard, me dijo que nos ayudaría con el asunto de lo de Mitkarusia— respondió Andrew

—Saludos, como tal dijo, mi nombre es Richard Foster, abogado y agente, supongo que ustedes son Lucas Kronenberg, Ashley Henderson y usted es Andrew Flynn Roosevelt.

—No mentían cuando decían que los abogados son como poetas—dijo Lucas.

—Bueno, solo hablé así para dar buena impresión, el punto es que tengo sospechas de quién es el responsable y sé dónde pueden ir para sacar algo de información.

—Díganos—reaccionó Shelly

—En la prisión de máxima seguridad en Alemania “Vergiss die sonne” hay un antiguo amigo de quien creo que fue, si sacamos información podemos dejarlo tras las rejas por el resto de sus días.


Todos estuvieron de acuerdo y dispuestos, se marcharon aliviados de ese lugar y ahí fue que comenzó todo, la búsqueda por la conspiración criminal.

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