¿Qué es ser boricua?

No hay duda de que nosotros los puertorriqueños somos la raza más patriótica del planeta. Conmemoramos nuestra identidad isleña a través de la literatura, la música, el deporte, las artes, etc. Y nuestros límites... ¿qué límites? Eso no existe para nosotros. Nuestra puertorrique-ñidad la festejamos por todo lo alto. Aun así, hay personas que no conocen cómo nosotros aplaudimos a los ilustres que nos han ofrecido el concepto de lo que es un borinqueño y su rol en el mundo.

Hay muchas vertientes en cuanto a la definición de un "puertorro". Algunos como Juan Antonio Corretjer, que serían borincanos aunque nacieran en la luna, o movimientos como #SerBoricuaSeLlevaEnLaSangre realzan el hecho de que nuestra diáspora también es puertorriqueña y nuestra identidad 100 x 35 isleño. Como intuye el concepto, la identidad es una cuestión del ser, pero debe haber asimismo un balance con lo valores y la raza boricua. El concepto de la puertorriqueñidad se limita a lo que cada individuo se sienta parte de.

Nosotros somos partes de una isla en el Caribe que se ha mantenido resiliente y perseverante, aunque tengamos terremotos, huracanes, pandemias, corrupción u otros dificultades que traten de derribarnos. Mi opinión puede ser algo controversial, pero Puerto Rico no se levanta... porque nunca se cayó. Siempre nos hemos mantenido firmes y si algo o alguien trata de arremeter contra nosotros, vamos a mantenernos firmes y luchar contra lo que venga. Ese es el significado de un boricua y su rol en el mundo. Ser el fuego de la pasión, la tolerancia y la persistencia.

Por definición, la resilencia es "la capacidad de hacer frente a las adversidades de la vida, transformar el dolor en fuerza motora para superarse y salir fortalecido de ellas. Una persona resiliente comprende que es el arquitecto de su propia alegría y su propio destino". Ya hemos superado todo tipo de obstáculos que han tratado de detenernos. Convertimos el dolor de nuestra nación en nuestra voz y nuestra fuerza para darnos a conocer. Nos hemos convertidos en los constructores de una nación con las herramientas que tenemos.

Por esto, y por ser únicos y mucho más, es que somos boricuas de pura cepa.