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El nuevo año escolar ha estado lleno de sorpresas. Comenzamos el año de una manera atípica, sin embargo también interesante. Comenzar un año de manera virtual ha tenido sus pros y sus contras. Desde la perspectiva senior, ha sido muy sugerente por diferentes razones.
Primero, dado a las circunstancias recibimos nuestra sortija en agosto, comparado a años anteriores, en los que se le hacía entrega a finales de mayo. También la recibimos con el requisito del distanciamiento social, no pudimos tener la oportunidad de compartir este momento importante junto con nuestros compañeros de clase.
Entre muchos otros obstáculos, para nosotros, el proceso de admisión a la universidad aparenta ser uno aún más confuso de lo que suele ser. Las pruebas de admisión a la universidad se han cancelado por varios meses, a tal punto, que algunas universidades han decidido seguir un "test-optional policy".
Además, no tuvimos una tradicional entrada Senior. Sin embargo, nuestra clase se reinventó, la entrada Senior con la creatividad de la directiva y el apoyo de la clase, logró hacer algo diferente e innovador. Distinguimos a nuestra clase cantando el hermoso y emotivo himno de nuestro Colegio con mucho orgullo.
A pesar de los obstáculos, hemos sido persistentes durante estos últimos seis años, hemos logrado sobrellevar todas las dificultades en el camino y las hemos visto como oportunidades para crecer. Somos una clase distinguida porque le hemos probado a los demás que somos íntegros e integrales. Somos lo suficientemente capaces para liderarnos y tomar las mejores decisiones para el bien común. Somos la nueva generación que está dispuesta y comprometida a ayudar a los demás. Somos creativos y logramos destacarnos a nuestra manera dentro de la situación en que vivimos. Todos estamos juntos y lo seguiremos estando. Somos amigos, somos unidos, somos familia, somos hermanos.