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Dallymar sobre ruedas


  Queremos felicitar a nuestra profesora de religión, Dallymar Pérez, por su increíble logro en el MED Bike Rally 2025, un evento de ciclismo que reunió a cerca de 3,150 ciclistas en un maratón de 34 millas que se llevó a cabo en la ciudad de Ponce. El MED Bike Rally es un prestigioso rally ciclista que atrae a participantes de diversas partes del mundo, promoviendo el deporte y la camaradería entre ciclistas.

Su dedicación y esfuerzo la llevaron a cruzar la meta y obtener una medalla en este destacado evento. ¡Eres un verdadero ejemplo de disciplina y determinación para nuestra comunidad ignaciana! El periódico El Ignaciano entrevistó a Dallymar para conocer más sobre su gesta.

  

¿De qué se trata este evento?

  

Este evento de ciclismo de alto rendimiento, lo auspicia Med Centro Healthcare System. Ellos son una entidad de médicos conscientes de la importancia de la salud que invita considerar una vida saludable como proyecto de vida. Por eso organizan este evento invitando a ciclistas locales e internacionales a participar.

  

¿Qué te llevo a competir?

  

Esto empezó cuando mis coaches de ciclismo me invitaron a participar de este evento.

  

¿Cómo fue esta experiencia?

  

Yo pensé que no iba a poder porque cuando yo vi el alto rendimiento que se esperaba, ya sabía la cantidad de condición que debe tener un ciclista para participar. Luego lo pensé y me di cuenta de que mis coaches son muy responsables, lo que me hizo pensar en quién era yo para negarme esa oportunidad a mí misma. Cuando tú culminas, te está esperando una medalla conmemorativa de tu participación y de tus logros por haber realizado todo el reto.

  

¿Qué te llevas de este evento?

  

De este evento yo me llevo una sorpresa, porque cuando llegué tenía mucho miedo porque era un reto difícil ya que me vi con ciclistas de alto nivel. Sin embargo, ese domingo a las 6:00am estuve rodeada de los mejores ciclistas de Puerto

Rico y todos estaban tan enfocados como yo. Sentí que algo muy adentro de nosotros era idéntico. Eso me ayudó mucho.

  

Cuando comencé la carrera sentía mucho miedo y a medida que fue avanzando el evento me fui familiarizando al ver que pude estar al nivel de otros competidores y pude avanzar hasta la meta. Al finalizar gané algo mejor que una medalla. El miedo quedó en el pasado, ya no hay ninguna competencia que me asuste.

La espiritualidad ignaciana me ha ido enseñando que Dios nos regala dones por puro Amor suyo y prestar atención a esa voz interior que nos los va mostrando es escuchar la voz de Dios. Eso fue lo que hice. Escuché su voz y me di la oportunidad de vivir una actividad que me ha encantado desde muy pequeña. Preparé mi bici y me subí en dos ruedas. Puse en acción el don de Dios. No iba sobre ruedas sola. Iban conmigo el cariño de mis estudiantes, compañeros de trabajo y amigos. Esa medalla que hoy está conmigo me lo recordará el resto de mi vida. Gracias a todo el equipo de comunicadores de El Ignaciano porque siguen demostrando que la misión del comunicador ignaciano es transformar vidas. Esta medalla es también de ustedes. Ánimo.

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